Estado de Conservación de la Flora Regional

La flora nativa de la IV Región de Chile está constituida por 1.478 especies, de las cuales 850 especies (57,5%) están en categoría de estado de conservación: sea Extinta (EX), En Peligro (EP), Vulnerable (VU) o Fuera de Peligro (FP) a nivel regional, 587 especies (39,8%) están en la categoría Insuficientemente Conocidas (IC) y 41 especies (2,8%) no fueron evaluadas (NE) (Tabla 1).

Del total de especies nativas, 209 especies (14,1%) están en las categorías de conservación Extinta (2 especies), En Peligro (36 especies) y Vulnerable (171 especies). Estos números podrían incrementarse si se consideran las especies insuficientemente conocidas que podrían tener riesgos de extinción. Se destaca que hay 127 especies (8,6% de la flora nativa) en la categoría IC(EX?), es decir para las que hay sospechas de extinción.Dentro de las 791 especies endémicas de Chile, se clasificó en las categorías de conservación EX, EP, VU y FP a 445 especies (56,3%), 329 especies (41,6%) están en la categoría IC y 17 especies (2,1%) en NE (Tabla 1). Porcentajes comparables se observan en el sub-set de especies endémicas a las regiones III a V (endémicas al centro-norte de Chile).

Al considerar sólo las especies endémicas de la IV Región (140 especies), se estableció el estado de conservación (categorías EX, EP, VU y FP) para 69 especies (49,3%), en IC quedaron 65 especies (46,4%) y 6 en NE (4,3%). Las especies extintas corresponde a Menodora linoides Phil. y Plazia cheiranthifolia (J.Remy) Wedd., ambas especies son arbustos endémicos de la IV Región. Si consideramos que hay 23 especies endémicas de la IV Región para las cuales no hay registros de su existencia en los últimos 50 años, a pesar que la IV Región es una de las regiones mejores colectadas en Chile, el número de especies actualmente extintas podría subir a 25 (17,9% de la flora endémica de la IV Región). Para poder dilucidar la real situación las especies en categoría IC se requiere implementar un programa de investigación específico. Mientras ello no ocurra, estas especies no pueden ser consideradas Fuera de Peligro.

Estado de Conservación a Nivel Comunal y Provincial

Se estableció el estado de conservación (categorías EX, EP, VU y FP) al 84,7% de las especies conocidas para cada comuna (Tabla 2). Las comunas con mayor proporción de su flora en las categorías de conservación EP o VU son Ovalle (20,9%), Canela (19,4%), Los Vilos (18,4%), Coquimbo (18,2%), La Serena (17,3%) y la Higuera (16,0%). En un grupo intermedio se encuentran Illapel (14,3%), Punitaqui (13,1%), Monte Patria (10,7%), Vicuña (10,6%) y Combarbalá (10,0%), mientras que las comunas con menor proporción de especies en las categorías EP o VU corresponden a Río Hurtado (9,7%), Andacollo (8,4%), Salamanca (8,1%) y Paihuano (7,8%).

Las dos especies extintas se localizaban en las comunas de Monte Patria (Plazia cheiranthifolia (J.Remy) Wedd.) y Salamanca (Menodora linoides Phil.). Las comunas con mayor proporción de especies en peligro de extinción son: La Serena (2,9%), La Higuera (2,6%) y Punitaqui (2,6%), mientras que Ovalle encabeza el listado de especies vulnerable (19,0%), seguida de Canela (17,2%) y Coquimbo (15,7) (Tabla 2). Las comunas con mayor cantidad de especies en categoría insuficientemente conocida (IC y sus sub-categorias), en donde habría que aumentar el esfuerzo de estudio, son: Los Vilos (24,0%), Ovalle (23,5%), Monte Patria (22,0%) y Vicuña (19,3%), tres de estas cuatro comunas también destacan por la alta proporción en sub-categoría IC(EX?).

A nivel provincial, el 71,3% de las especies nativas en promedio están en algunas de las categorías de EX, EP, VU o FP (Tabla 3). En categorías con riesgos de extinción (EP o VU), Choapa posee el 16,0% de su flora, Limarí el 15,7% y Elqui el 14,5%. Esta misma tendencia latitudinal se observa en la proporción de especies en las categorías IC (Tabla 3).

Conclusiones sobre el estado de conservación de las especies

La IV Región de Coquimbo posee 1.478 especies nativas, de las cuales 14,0% de ellas se encuentra en las categoría EP o VU. Este porcentaje es inferior al 18% de especies estimado para que se extingan en los 17 mayores "hotspots" tropicales, pero mayor al 8% de las especies de plantas que tienen riesgos de extinción a nivel mundial. La proporción de especies en las categorías EP o VU podría incrementarse en la medida que se analice con más detalle las especies de las categorías IC y NE. A nivel regional, el número de especies extintas podría subir desde 0,1% (2 especies) hasta cerca de 8,7% (129 especies), si incluimos las especies en la sub-categoría IC(EX?). Esta situación es aún más crítica si consideramos a las especies endémicas de la IV Región, el número de especies extintas podría subir del 2 (1,4%) a 25 especies (17,9%).

La IV Región de Coquimbo es una zona de transición florística. Esto se refleja en que la región es el límite latitudinal de distribución para cerca de 2/3 de las especies nativas. De estas especies, más de 2/3 tienen su límite norte en la región. Además, una mayor proporción de las especies nativas con su límite norte en la región están en las categoría EP o VU, en comparación con aquéllas que la región es su límite sur de distribución (16,2% versus 12,9%, respectivamente). Estos antecedentes sugieren que hay características propias de la región (e.g., clima, patrón de destrucción del hábitat) que aumentan el riesgo de extinción regional de las especies más australes. Dicho de otra forma, en su margen de distribución, una mayor proporción de especies que se distribuyen desde la IV Región al sur están sometidas a restricciones ambientales que limitan sus posibilidades de conservación, en comparación a aquéllas que se distribuyen de la IV Región al norte.

Los estudio y modelos de cambio climático global predicen para el centro-norte de Chile una disminución de las precipitaciones y aumento de temperatura en unas pocas decenas de años, lo que equivale a un corrimiento hacia el sur de las condiciones climáticas imperantes en el pasado cercano. Dentro de este contexto, la conservación de las novedades evolutivas y adaptaciones que puedan haber desarrollado las poblaciones presentes en la IV Región de aquellas especies que tienen aquí su límite norte, adquieren una importancia supra-regional. Estas poblaciones pueden ser la fuente genética para la re-colonización de los nuevos hábitat que se desarrollarán más al sur en el futuro cercano.

La forma de vida arbórea es la que posee la mayor proporción de especies en las categorías EP o VU en la flora nativa regional (57,8%), seguida de las cactáceas (25,8%) y arbustos (16,9%). Estas tres formas de vida engloban a las especies leñosas y suculentas. La mayoría de las especies arbóreas con problemas de conservación corresponden a especies con su límite norte en la región.

Dentro de las especies endémicas de la IV Región de Coquimbo, los arbustos poseen la mayor proporción de especies en categorías EP o VU (31,9%) seguida de cactáceas (25%) y hierbas perennes (22,9%). No hay árboles endémicos de la IV Región. Si consideramos las categorías EP más IC(EP?), el porcentaje de arbustos en peligro de extinción podría aumentar de un 19,1 a un 21,2% (10 especies). Es urgente diseñar una estrategia de conservación específica para las especies endémicas de la IV Región que se encuentran en categoría En Peligro, la que debería incluir la declaración de Monumento Natural (competencia del Ministerio de Agricultura) (Tabla 4).

Los gobiernos comunales tienen herramientas legales que les permiten implementar medidas de protección y conservación dentro de su territorio, entre los cuales destacan las áreas de conservación definidas en el respectivo Plan Regulador Comunal. Las comunas con mayor proporción de su flora en las categorías de conservación EP o VU son costeras y/o de media montaña: Ovalle (20,9%), Canela (19,4%), Los Vilos (18,4%), Coquimbo (18,2%), La Serena (17,3%) y la Higuera (16,0%), mientras que las con menores proporciones corresponden a comunas pre-andinas y andinas. Un patrón semejante se observa al considerar sólo la proporción de especies en peligro de extinción. En este caso las comunas con mayor proporción de su flora en peligro de extinción son: La Serena (2,9%), La Higuera (2,6%) y Punitaqui (2,6%). Estas tendencias parecen estar relacionadas con la destrucción de hábitat (ver Capítulos 9 y 15). Las dos especies extintas se localizaban en las comunas de Monte Patria (Plazia cheiranthifolia (J.Remy) Wedd.) y Salamanca (Menodora linoides Phil.). A nivel provincial, poco más del 15% de las especies están en la categoría EP o VU, con una leve disminución hacia el norte.

La alta proporción de especies en categoría IC en la flora nativa de la IV Región (39,8%, equivalente a 588 especies), sumado a las NE (2,8%, 41 especies), sugiere que esta línea de investigación no está terminada. No sólo se requiere aumentar el esfuerzo de colecta, sino también potenciar la formación de especialistas en sistemática vegetal y aumentar significativamente las facilidades de investigación en las universidades regionales.

SITIOS PRIORITARIOS

Un enfoque moderno de la biología de la conservación considera esfuerzos en dos direcciones: a) desarrollar una red de protección representativa de los principales ecosistemas, con el supuesto de que muchas de las especies y procesos estarían representados en ellos y, b) en dar protección a las especies con alto riesgo de extinción o ecosistemas únicos, puesto que la falta de protección podría significar su pérdida irreversible.

Para la IV Región de Coquimbo se realizó una serie de análisis que permitió seleccionar un grupo de 14 sitios que reúnen la mayoría de la diversidad vegetal regional y concentrar la mayor cantidad de especies con problemas de conservación (ver Sitios Prioritarios).

Rescatando la diversidad vegetal a nivel Regional

Si consideramos que la flora que está representada en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) en la región ya tiene un cierto grado de protección, una pregunta interesante ¿qué otros sitios prioritarios aumentan la cantidad de especies bajo protección?. En las dos unidades significativas por su área (P.N. Bosque Fray Jorge y R.N. Las Chinchillas), hay registradas 520 especies nativas, de las cuales 319 son endémica de Chile (Tabla 5). Esto representa el 35,1% y el 40,3% de la flora nativa y endémica de Chile presente en la región, respectivamente. Dentro de estas áreas del SNASPE están presentes 14 de las 36 especies en peligro de extinción a nivel regional (i.e., 38,9%), y 96 de las 171 especies en categoría vulnerable (i.e., 56,1%). Esta representación de la flora regional y de la con problemas de conservación parece muy optimista, sin embargo hay que considerar que en varios casos las especies están representadas por unos pocos ejemplares y que podrían no ser poblaciones viables en el largo plazo.

Al sumar el sector costero al norte de La Serena (Punta Teatinos a Quebrada Honda, incluido cerro Juan Soldado, Bosque El Maray y Cuesta Buenos Aires) a la flora presente en el SNASPE regional, tendríamos bajo protección al 39,3% de la flora nativa y al 46,1% de la flora endémica de Chile presente en la región, y en lo que respecta a las especies con problemas de conservación, tendríamos al 50% de las especies en peligro y al 60,2% de las vulnerables.

En un cálculo mucho mas optimista, si consideramos las especies registradas en los 14 sitios relevantes para la biodiversidad regional mencionados en la sección precedente, el número de especies nativas subiría a 956 (i.e., 64,7% de la flora nativa regional), de las cuales 517 son endémicas de Chile (i.e., 65,4% de la flora endémica de Chile presente en la Región). De las especies con problemas de conservación, se lograría la protección del 80,6% de las incluidas en categoría en peligro, y del 81,3% de las vulnerables. Estos valores serían el umbral máximo que se alcanzaría si la red regional de protección incluyera a estos 14 sitios relevantes (Tabla 5).

Después del sector costero al norte de La Serena (Juan Soldado), la inclusión de Cerro Santa Inés y costa de Pichidangui, seguida de Culimo (Quebrada de Culimo y cordones montañosos aledaños), generaría un incremento de 70 especies nativas, de las cuales 48 son endémicas de Chile (Tabla 6). En esta nueva situación, también incrementaría el número de especies con problemas de conservación (6 nuevas especies en peligro y 11 vulnerables). Es decir, la protección alcanzaría 24 de las 29 especies en peligro presentes en todos los sitios relevantes (82,8%) y a 114 de las 139 especies vulnerables registradas en los sitios relevantes (82%). En las dos categorías de conservación se alcanzaría el 66,7% de protección.

Los otros dos sitios relevantes que incrementan el número de especies con problemas de conservación y la flora total corresponde a Estero derecho (aguas arriba de Alcohuaz) y Doña Ana (Llanos de Guanta a Cordillera de Doña Ana) (Tabla 7). La inclusión de ambas localidades cordilleranas a una red regional de protección de la biodiversidad potenciaría el resultado final. Se incluiría a 891 especie nativas (i.e., 93,2% de las especies registradas en los sitios relevantes y el 60,3% de toda la flora nativa regional), 25 especies en peligro (i.e., 86,2% de las registradas en los sitios relevantes, 69,4% de toda la región) y 128 especies vulnerable (i.e., 92,1% de las registradas en los sitios relevantes, 74,9% de toda la región).

Sitios Puntuales de Interés Regional

No se debe considerar que los 14 sitios seleccionados (o los 7 priorizados) en las secciones precedentes son los únicos de interés para la conservación de la biodiversidad regional. En el Capítulo 11 del libro se destacan algunos sitios puntuales que son también relevantes y que, aún cuando no incrementan en forma significativa el número de especies protegidas, poseen poblaciones importantes de una o más especies con problemas de conservación, en especial aquéllas que no están bien representadas en los sitios destacados en esta sección. En estos casos es factible recomendar su inclusión en una red de protección que podrían incluir la participación directa del Estado (p.e., Monumentos Naturales), de las Municipalidades (p.e., Áreas de Conservación Municipal definidas en los planes Reguladores) y sector privado (Áreas de Protegidas Privadas).

Conclusiones sobre sitios prioritarios

En términos de conservación, es necesario pensar globalmente y actuar localmente. El conocimiento por parte de la población humana de los ecosistemas y la biodiversidad de su medio local y regional es esencial para el objetivo de valorizar las medidas de conservación.

A partir de la información de diversidad, concentración de endemismos y de especies con problemas de conservación se definen los cuadrantes más relevantes para la conservación de la diversidad vegetal regional. A esta información se agregan los antecedentes de los sitios prioritarios propuestos en la literatura y por los especialistas y funcionarios que respondieron la encuesta que se desarrolló durante nuestra investigación. De un total superior a 62 sitios formalmente propuestos, se realizó un primera selección de 14 áreas compuestas por al menos un sitio propuesto, en que se buscó optimizar la conservación de la diversidad vegetal. En estas 14 unidades hay registradas 956 especies nativas (i.e., 64,7% de la flora nativa regional), de las cuales 517 son endémicas de Chile (i.e., 65,4% de la flora endémica de Chile presente en la Región). Los valores máximos de protección que se alcanzaría si existiera una red regional de protección integrada por estos 14 sitios relevantes llegarían al 80,6% de las especies incluidas en categoría en peligro, y el 81,3% de las vulnerables.

Se considera que dos de las áreas del SNASPE regional son la base de una red de protección de la biodiversidad (P.N. Bosque Fray Jorge y R.N. Las Chinchillas). En estas áreas está registrada el 35,2% de la flora nativa, 38,9% de las especies en peligro y 56,1% de las vulnerables. La inclusión de otros 5 sitios relevantes, aumentaría la representación al 60,3% de la flora nativa regional, 69,4% de las especies en peligro y 74,9% de las vulnerables. Estos 5 sitios son: 1) Sector costero al norte de La Serena (Punta Teatino a Quebrada Honda, Cerro Juan Soldado, Bosque Maray y Cuesta Buenos Aires), 2) Cerro Santa Inés y costa de Pichidangui, 3) Quebrada de Culimo y cordones montañosos aledaños, 4) Estero Derecho, aguas arriba de Alcohuaz, 5) Llanos de Guanta - Cordillera de Doña Ana.

Se proponen además establecer una estrategia de conservación para sitios puntuales, que incluyan las poblaciones de las especies en peligro no incluidas en los 7 sitios priorizados. Se destacan el complejo de bosques pantanosos de Ñague - Chigualoco y los sectores de Los Choros, Condoriaco y Lagunillas.

Las estrategias de conservación que se deben implementar deben incluir: a) herramientas formales que dependen directamente del Estado de Chile, y que se asocian al SNASPE, b) otras medidas locales dependientes del gobierno municipal, entre las que destacan las Áreas de Conservación dentro de los Planes Reguladores Comunales, y c) áreas de protección privadas (p.e., Parques Privados).

La información de base ahora se encuentra disponible, el siguiente paso es implementar las medidas de protección que lleven a la conservación de nuestra biodiversidad regional.